El pasado 12 de febrero, un padre y su hija fueron agredidos por la policía en Linares, Jaén, mediante una brutal paliza al padre que lo llevó al hospital y golpes e insultos a la hija, menor de edad. Posteriormente, las habitantes de la ciudad salieron a las calles para protestar y la respuesta fue cargar contra ellas y más represión policial.

Y esto no es un caso aislado. Multitud de violencia y brutalidad han estado ejerciendo contra todas nosotras saliendo impunes gracias al poder del que gozan y que le otorga el sistema capitalista, aprovechándolo en su beneficio, e intentando acallar a quienes luchan.

Pero no lo harán, no nos vamos a callar, por lo que señalamos su represión, sus condenas y su injusticia. Apoyamos a aquellas que caminan por la calle y son asaltadas de manera indiscriminada sin tener apenas opción de defensa, a aquellas que viven en sus propias carnes los golpes y palizas propinados por autoridades policiales.

Buscan “restablecer el orden” a través de nuestro miedo y nuestra sumisión, pero no saben que estamos juntas en esto y que el temor suma convirtiéndose en rabia. Estamos hartas y furiosas, queremos acabar con la coerción y respondemos alto que:

CONTRA LA REPRESIÓN POLICIAL, RESPUESTA SOCIAL